Leyendo
esto el lector atento podría espantarse: "Aunque es cierto que quienes escribieron inmediatamente después del horror se suicidaron. Como Primo Levy y Celine, cuando salieron de los campos de exterminio." Susana Reinoso confundió la correcta pronunciación francesa de su entrevistada, y su decir "Celan" quedó convertido en "Céline". Por suerte los perseguidores morales fundamentalistas que no pueden oír a Wagner no leen los diarios, de lo contrario Valenzuela ya se habría visto atacada por un montón de cartas tildándola de demente.
Fuente: La Nación
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