viernes, julio 09, 2004

La lluvia, hija adoptiva del sol

La Universidad Libre de Bruselas y la Universidad Ben Gurion de Israel, junto con la NASA han encarado un ambicioso proyecto que tiene por propósito combatir la sequía y -por ende a la desertización- que ha llegado a numerosas partes del globo, al parecer con ánimos de quedarse. Lo paradójico del caso es que la materia prima a utilizar para generar nubes y lluvia de fantasía, sería el calor de los rayos del sol sometido a un mecanismo que se vale de unas planchas de un material oscuro, sobre el que aun no se dan mayores precisiones. Según informa el diario El Mundo, el proyecto comenzará a ejecutarse dentro de un año en el desierto de Israel en un área de entre 4 y 9 kilómetros cuadrados. El costo monetario sería de al menos 100 millones de dólares aunque no se hace mención a los eventuales efectos colaterales de índole ecológica.